martes, 16 de diciembre de 2014

Detox y otros alimentos...

Hace lo que ya parece mucho tiempo sufrí de anorexia, gracias a eso aprendí a concentrarme en las cosas buenas y fue lo mejor que me pudo pasar en ese momento. Pero todavía no me va bien con las malas, y tristemente eso me volvió una comedora emocional. Desde entonces cuando algo va de una manera que no me gusta sólo me frustro y deseo que cambie inmediatamente, sin ponerme a pensar en cómo sucedió y cómo solucionarlo.

Gracias al DETOX de Mujer Holística eso empieza a cambiar. En estos días post-detox he podido observar cómo es mi relación con los alimentos y si me siento hinchada o pesada puedo saber qué lo ocasionó y tengo el poder de cambiarlo. Es más que obvio que me ha dado muchas herramientas y que ahora me conozco mucho mejor a mí misma. Entre otras cosas está lo más temido: sí, el pan me hace sentir hinchada, y sí, aún soy alérgica a la leche de vaca; ya veremos cómo me va con todo lo que he descubierto.

No me siento orgullosa, saliendo del detox aún me sentía muy cansada y un tanto sacudida. Con la libertad llegaron las ricas comidas emocionales y los desesperantes efectos secundarios. Y por varios días ni supe qué me hacía sentir mal, ya que sólo comí todo lo que quise, y me costó mucho no comer demasiado de aquellas cosas que me encantaban. 

Haciendo el Detox pensaba que, aunque me sentía mucho mejor, no me pasaría nada malo con los alimentos que solía comer, y que aún los disfrutaría. Pero en sólo 5 días hubo tantas cosas que me dejaron de gustar, que comía pero no me satisfacían ni me hacían feliz, sino que me hacían sentir enferma y me daban mucho trabajo digerir. Y por varios días comía las comidas que me solían gustar, aún sabiendo que no valían la pena, y me sentía muy triste y atorada, sabiendo que debía y que necesitaba comer bien, como lo hice en el Detox. 

Me llevó reunir mucha voluntad y apoyo de mis seres queridos hacer lo necesario para volver a estar bien. Me tomó un tiempo tan solo el idear un plan de alimentación que creyera adecuado para mí, dándome la energía necesaria y haciéndome sentir bien. Me tomó aún más tiempo poder aplicarlo. Sabía que era necesario y que era lo mejor que podía hacer, pero me sacó muchos sentimientos atascados y lágrimas el ponerme a pensar en qué estaba pasando conmigo y con la comida.

Afortunadamente las tortillas y los frijoles no me hicieron sentir mal, ni la carne; así que pude comer de una manera que me recordara lo que siempre se ha comido en mi casa y no sentirme aislada ni perdida.

Aún sigo intentando que funcione adecuadamente, aunque sé que me llevará tiempo. Pero me siento ya mucho mejor, he podido conservar los beneficios que me trajo el Detox y estoy muy feliz, ocupando toda esa energía divirtiéndome con mis ejercicios. Realmente agradezco haber tenido esta oportunidad.

Espero que se animen a hacer algo así y que en verdad los ayude a cambiar su alimentación, como hizo conmigo, y que encuentren la fuerza para enfrentarse y resolver exitosamente todos los problemas que engloba nuestra alimentación inadecuada. Mis mejores deseos para todos en estas fiestas.



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