Probablemente
para mí lo que hace indispensable la alimentación orgánica es que estos
alimentos son limpios, sustentables y libres de crueldad. En este tiempo en
Estados Unidos e incluso en el DF, hay cada vez más cooperativas orgánicas y es
más común ver tiendas dedicadas a la venta de todo orgánico, restaurantes
orgánicos y productos 100% orgánicos en los negocios. Sin embargo, en el resto
de México esto no es así, aunque hay algunos lugares en los que parece irse por
ese camino.
Por
el momento les digo que yo estoy feliz con cómo están las cosas aquí en la
ciudad donde vivo. Creo que para comer orgánico aquí lo mejor es comprar cosas
locales y productos artesanales. Aunque no las que venden en los medianos –
grandes negocios con una etiqueta “orgánico” o “artesanal”. Sino tener contacto
con los propios agricultores o aquellos que venden sus productos y hablar con
ellos acerca de cómo es dedicar su vida a una actividad tan importante. Además
de esta manera uno también apoya el trabajo de esta gente y así se puede
empezar a sustentar correctamente el campo mexicano.
Cuando
estuve en Londres tuve experiencias maravillosas con la comida. Probé una
amplia variedad de alimentos deliciosos, desde el agua natural, jugo de
naranja, de manzana, verdes, tomates, papas, cuscús, arroces… hasta deliciosas
cacerolas y asados, panes, chocolates y postres, probablemente los mejores que
haya probado (dejando de lado mi jugo de naranja casero!!) todo orgánico,
artesanal y local. Fue muy divertido porque cada alimento tenía invariablemente
una etiqueta o letrero anunciando que es 100% orgánico y artesanal, enlistando
todos sus ingredientes orgánicos y nombrando las granjas locales donde se
producen. Fue como un sueño. Aquí les dejo mi absoluto favorito, son una experiencia fuera de este mundo: Green & Black's organic.
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